Jose Luis Soto

Soy Profesor de Ciencias Naturales y Biologìa de la Universidad Catòlica de Temuco,Chile.

Tuesday, June 13, 2006

Movilizaciones de los estudiantes secundarios
Todos hemos sido testigos de la multitudinaria, justa y merecida movilización estudiantil que se ha generado el último tiempo, en pro de una educación de calidad que disminuya la brecha cualitativa entre colegios municipalizados y particulares.

Dicho sea de paso, este enorme abismo educativo nace gracias a la "astucia" del ex dictador, genocida y ladrón Augusto Pinochet Hugarte, quien publicó la mentada ley LOCE 24 horas antes de que Aylwin asumiera el mando del país, siempre con la venia de los militares, que en el fondo movían los hilos a esta gran marioneta política llamada"transición a la democracia".

Por ello, es que incluyo aquí un artículo publicado por el economista Marcel Claude publicado el 31 de mayo de 2006, para poder acercarnos un poco más a las causas de esta revolución silenciosa que se venía gestando gracias al modelo económico imperante que acentúa la desigualdad:

"Desde hace un mes, Chile ha observado las manifestaciones de los estudiantes secundarios, que exigen como punto central de sus demandas la derogación de la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE). Este legado de la dictadura que se publicó justo el día antes del comienzo de la transición a la democracia, desestima absolutamente el rol del Estado y deja al mercado como el gran nstrumento de administración de la educación chilena.

En Chile, la disparidad entre los colegios municipales y privados es abismante. Por ejemplo, en la prueba SIMCE, que mide la calidad de la educación, esta brecha entre la enseñanza estatal y la privada se manifiesta grotescamente. En el 2004, por ejemplo, el 70 por ciento de los colegios que reciben a alumnos de estratos bajos mantuvo los malos resultados expresados en todas las pruebas anteriores. Incluso, un 12 por ciento empeoró el rendimiento. En términos de inversión, la desigualdad es evidente, dado que, el país gasta en un alumno de colegios privados para su educación –en promedio-140 mil pesos mensuales, en cambio, la inversión en un estudiante de escuela municipal apenas alcanza los 30 mil pesos. Téngase presente que en los colegio privados sólo se educa el 8,5 por ciento de los estudiantes, por lo que resulta evidente que una enorme mayoría de estudiantes (más del 90 por ciento) recibe una pésima educación. De allí es que no nos puede sorprender la fuerza y consistencia de la movilización estudiantil.

Los secundarios han remecido el opaco escenario político que reina en Chile desde hace 16 años. Tres lustros de desesperanza contenida, han brotado de la mano de los estudiantes, jóvenes de 15 a 17 años, marchando en las calles, resistiendo la dura represión policial y elevando una protesta que -como de costumbre- las autoridades desestiman y desautorizan. Hoy, esas autoridades observan a 450 mil escolares movilizados.

Sólo ahora se les invita a conversar, siempre eso sí, con las amenazas y condicionamientos que abundan en la soberbia de los “políticos tradicionales”. Sin embargo, muchos olvidan que desde hace un año, los estudiantes comenzaron el diálogo y las peticiones. Obviamente, los compromisos asumidos por las autoridades educacionales del gobierno del ex Presidente Lagos fueron desestimados. Hoy, ya surgen voces que apuntan al ex mandatario como el esponsable de la actual crisis educacional.

Los estudiantes piden una modificación radical de la educación en Chile. Nada más, ni nada menos. Sin embargo, el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, ya anunció que no existen recursos para una reforma de tal magnitud. Desafortunadamente el ministro esconde la verdad, porque Chile posee ingresos de sobra para llevar adelante esta tarea. Solamente si se hubieran aplicado royalties a los recursos naturales (pesca y minería) y se hubiese derogado la Ley Reservada del Cobre, en las últimas dos décadas el Estado hubiese tenido 32 mil millones dólares disponibles para la educación de sus jóvenes.

Lamentablemente, ministros y tecnócratas de los números se han prestado para enmascarar una situación indignante y aberrante, esta es, que el Estado de Chile prefiere que las grandes empresas ganen mucho dinero a que los jóvenes tengan la formación adecuada para el futuro no sólo de ellos sino también del país.
Para el Estado de Chile, es preferible que Luksic, Matte y Angelini sean conspicuos representantes de nuestro país en el ranking de los más ricos del mundo a que los jóvenes chilenos se eduquen como personas y ciudadanos.

Es por ello que, presidentes, tecnócratas y ministros que se prestan para enmascarar a estos grupos económicos y financieros, tales como el ex presidente Ricardo Lagos, quien calificó a Luksic y Angelini como los nuevos forjadores de la Patria, son quienes siembran de desesperanza y violencia el futuro. Estos tecnócratas como el ministro Velasco y el ex presidente Lagos son los responsables de mucha de la violencia, la drogadicción, el suicidio y la mala vida que muchos jóvenes sufrirán como resultado de una mala formación que los condenará al “pateando piedras” que Los Prisioneros ya denunciaban en los ochenta".